APRENDER A RELAJARSE
Cómo relajarse y aprender a mantener la calma.
Aprender a relajarse se ha convertido en una habilidad necesaria para conseguir una vida plena y feliz. Con el ritmo de vida actual, cada vez es más frecuente que en determinados momentos nos mostremos impacientes. Perder el control de nuestra paciencia no solo nos daña a nosotros, sino que también a los que nos rodean. La impaciencia aumenta nuestro nivel de estrés e incluso puede causar daños físicos. También puede deteriorar nuestras relaciones.
Algunas personas ven a la gente impaciente como arrogante, insensible e impulsiva, los catalogan como si realizasen juicios rápidos y que tienen mal carácter.
Con estas características es difícil que se encuentren en las listas de ascensos en los puestos de liderazgo. No solo afecta a las relaciones laborales sino que incluso pueden mermar y afectar negativamente las relaciones personales fuera del ámbito laboral.
La persona paciente está más en contacto con los demás y es valorado más positivamente por sus superiores , incluso en su entorno social.
Signos de la impaciencia.
¿Cómo saber que estamos impacientes? Observaremos que presentamos uno o más de los siguientes síntomas:
- respiración superficial ( respiraciones cortas)
- tensión muscular
- apretando la mano.
- pies inquietos.
- irritabilidad/ ira.
- ansiedad/ nerviosismo.
- corriendo ( siempre estamos apurados).
- decisiones rápidas.
¿Cómo saber que estamos impacientes? Observaremos que presentamos uno o más de los siguientes síntomas:
Causa de la impaciencia
Si encontramos síntomas de impaciencia, nuestro paso a dar será buscar la causa que lo origina. En nuestro día a día encontramos situaciones, frases, personas que nos llevan a “entrar” en una fase de impaciencia, son los desencadenantes en ese momento, pero ¿son realmente la causa?
Reflexionemos sobre que cosas nos provocan impaciencia. Si tenemos dificultad para identificar los factores desencadenantes hagamos una pausa y repasemos, meditemos lo siguiente:
- ¿Cuál fue la última vez que estuvimos impacientes? ¿qué provocó esa situación?¿ qué nos irritó?
- Comentar nuestra impaciencia con familiares, amigos y compañeros, ellos nos pueden dar su punto de vista y en que momento nos mostramos impacientes.
- Algunas personas se impacientan por factores físicos ( fatiga, hambre…) Observemos si esto nos ocurre a nosotros.
- Anotar a modo de diario el momento en que nos sentimos impacientes. Escribir que situación estamos atravesando y frustración provoca el no conseguir lo que esperábamos .
Identificar los factores desencadenantes ayuda porque nos obliga a examinar nuestras acciones y descubrir por qué hacemos lo que hacemos. Esto nos llevará a diseñar estrategias para evitar ser impaciente.
Ya que muchos desencadenantes no los podemos evitar, entonces lo lógico es aprender a manejar la impaciencia.
Reflexionemos sobre que cosas nos provocan impaciencia. Si tenemos dificultad para identificar los factores desencadenantes hagamos una pausa y repasemos, meditemos lo siguiente:
Ya que muchos desencadenantes no los podemos evitar, entonces lo lógico es aprender a manejar la impaciencia.